Debido al reducido tamaño de la empresa de Hafner zu Wanzbach, Hoffmann y su equipo tienen que encargarse de muchas tareas diferentes en la granja: "esto también incluye todas las reparaciones y transformaciones de la maquinaria y los vehículos agrícolas para adaptarnos a las condiciones individuales del terreno o a las medidas de labranza". Por ejemplo, tuvimos que adaptar el ancho de trabajo de un rodillo compactador frontal para igualarlo al de las otras máquinas de cultivo. Además, a Hoffmann ya no le gustaba cómo funcionaba.

"Junto con los grandes espesores de chapa de hasta 30 milímetros, los principales espesores de material de cuatro o cinco milímetros nos planteaban todo un reto, ya que teníamos que trabajar con un arco voltaico de transición. Este tipo de arco suele generar muchas proyecciones de soldadura que son realmente difíciles de eliminar", explica Thomas Nussko, un mecánico cualificado que ayuda a Hoffmann con todas las reparaciones y transformaciones.